Hace ya dos años que tres amigas blogueras-reposteras quedaron a cenar. De allí surgió la idea de una vez al mes, el día 14, citarnos en la blogosfera para presentar nuestra versión de unas recetas dulces que previamente habríamos elegido. Se lo comentamos a otras amigas blogueras que también se apuntaron, el reto todavía está abierto para todo el que se quiera apuntar. Durante dos años he elaborado recetas, que aún teniendo ganas de probar no me animaba a hacerlas, y con este pequeño empujoncito que supone tener que publicarlas, al final han dejado la carpeta de pendientes y han pasado a la de elaboradas. A veces el último día, otras veces la última noche, pero procurando no faltar a la cita.
Este mes propusimos hacer Cheesecake, esta receta la saqué de un blog, con una pequeña variación gracias al consejo de Ruth que la había probado antes, ha resultado un postre delicioso, con una textura esponjosa y jugosa. He usado un molde de 22 cm por 8 cm de alto, y se ha salido un poco de masa. Cuando lo hagáis usad un molde un poco más grande.
INGREDIENTES
- 250 gr de marcarpone
- 200 gr de Philadelphia
- 100 ml de leche entera
- 55 gr de mantequilla + para engrasar el molde
- 6 huevos medianos
- 150 gr de azúcar blanquilla
- 60 gr de harina floja (repostería)
- 20 gr de Maicena
- 1/2 cucharadita de cremor tártaro ó un sobre blanco de gasificante del Mercadona ó un chorrito de zumo de limón.
- ralladura de un limón mediano
- Una pizca de sal

ELABORACIÓN
Forramos un molde de cake con papel de aluminio y engrasamos éste con un poco de mantequilla.
Separamos las yemas de las claras y añadimos las yemas a la mezcla anterior junto con la ralladura de limón, la harina y Maicena tamizadas. Mezclamos bien y reservamos.
Montamos las claras a punto de nieve junto al cremor tártaro y la pizca de sal.
Ahora con movimientos suaves y envolventes añadimos las claras a la mezcla previa, teniendo cuidado que la mezcla no se baje mucho.
Precalentamos el horno a 170º calor arriba-abajo sin aire.
Horneamos al baño María durante una hora aproximadamente, dependiendo del horno, hasta que el pastel esté dorado y cuando lo pinchemos con un cuchillo, salga limpio. A media cocción viendo que la parte de arriba estaba hecha y por dentro estaba crudo, lo cubrí con papel de aluminio.
Una vez apagado el horno, dejaremos el pastel dentro con la puerta entreabierta hasta que que el horno esté frío. Se quita el papel de aluminio y se mete en la nevera, hasta que esté bien frío, yo lo dejé hasta el día siguiente.
Se puede espolvorear con azúcar glass antes de servir, yo no lo hice, así estaba delicioso.


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